miércoles, 9 de abril de 2014

SIGNOS DE ALERTA EN LAS AFECCIONES DE LA VOZ

En primer lugar vamos a distinguir entre: ronquera transitoria, ronquera permanente o disfonía y afonía.
-   La ronquera transitoria es la pérdida parcial de la voz en un momento determinado debido a un mal uso o abuso de la voz. ¿Quién no ha perdido la voz tras un concierto, una excursión o una noche en una discoteca?
-   La ronquera permanente o disfonía es la pérdida permanente de parte de la voz. Como ya vimos en el post anterior, quedan afectados uno o varios parámetros vocales. Ésta puede deberse a un problema orgánico, a un mal uso o abuso constante de la voz, a alteraciones psicológicas o auditivas.
Las personas que la padecen necesitan tratamiento para su cura.
-   La afonía es la pérdida total de la voz por las causas anteriormente definidas. En este caso no hay nada de voz y se puede considerar “mudas” a las personas que la padecen.
También requieren de un tratamiento exhaustivo multidisciplinar.

En todos los casos los signos de alerta son evidentes: hay pérdida total o parcial de la voz o escuchamos que nuestra voz no suena como siempre, decimos que es una voz “sucia” en la que algunos de los parámetros están afectados.

En el día a día podemos sospechas que presentamos una afección vocal cuándo:
-   Al final del día hay pérdida de la voz.
-   Ronquera persistente en el tiempo o que suceda varias veces en poco tiempo.
-   En una frase larga, el volumen del final, es mucho más bajo.
-   Dificultad para hablar al levantarse.
-   Incapacidad para hablar a un volumen bajo.
-   Si tras un concierto, excursión, campamento… hay pérdida de voz.
-   Pérdida total o parcial tras un discurso largo.

En muchos casos este signo puede acompañarse de otros como:
-   Dolor de garganta.
-   Catarros.
-   Venas marcadas en el cuello al hablar.
-   Sequedad de boca.
-   Falta de aire en las emisiones…

Además hay otros agentes externos que colaboran a presentar una voz “sucia” como:
-   Ser fumador.
-   Bebidas demasiado frías o demasiado calientes.
-   Comidas muy picantes o condimentadas.
-   Uso de calefacción por aire o aire acondicionado…

Si además por nuestra forma de ser tenemos tendencia a:
-   Llevar un ritmo general rápido.
-   Carraspear con frecuencia.
-   Gritar.
-   Susurrar mucho.
-   Hablar muy rápido…
Esto va a perjudicar nuestra voz haciendo que la usemos de forma incorrecta.

Por todo esto, si  se presenta una patología de la voz crónica o transitoria que va acompañada de otros signos y en los que intervienen agentes externos perjudiciales es aconsejable acudir a un especialista para realizar una valoración y un tratamiento.
En el caso de disfonías transitorias, el tratamiento es preventivo, pero en el de disfonías permanentes o afonías se requiere un tratamiento combinado multidisciplinar.
Debemos tener en cuenta que hay personas que tienen tendencia a padecer afecciones de la voz. Son aquellas que por su forma de ser (ritmo rápido, habla rápida, volumen alto…) o por su profesión (maestros, profesores, cantantes, actores…) o por algo que les suceda en la vida (trauma, accidentes, enfermedad…) pueden generar una patología vocal importante.

En estos casos, la prevención es clave pues esa forma de ser, profesión o lo que les haya sucedido ya es un signo de alarma importante.
Imagen de: www.fotoblog.com

Ana Marco del Rosal
Logopeda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario