miércoles, 30 de abril de 2014

TRATAMIENTO EN LOS TRASTORNOS DE LA VOZ


El tratamiento de los trastornos de la voz suele ser multidisciplinar. No siempre intervienen los mismos profesionales, pues depende del tipo de afección que se padezca.

En muchas ocasiones interviene el otorrino o foniatra que tras realizar un diagnóstico, realizando las pruebas de detección oportunas, debe hacer un seguimiento del caso y en algunas situaciones realizar intervenciones quirúrgicas.

El psicólogo interviene en los casos de disfonías asociados a trastornos psicógenos.

El que siempre trata, en solitario o en equipo con los profesionales anteriormente descritos, es el logopeda.

 El logopeda se va a encargar de enseñar técnicas de relajación, control muscular, respiración y técnica vocal dependiendo de las necesidades de cada persona.

El tratamiento va a depender del tipo de disfonía. En unos casos se realizan tratamientos más preventivos y en otros, más curativos.

El fin del tratamiento logopédico en las afecciones de voz es conseguir:

-       Buena postura.

-       Adecuada respiración.

-       Correcta coordinación fono-respiratoria.

-       Oportuna impostación vocal.

Por ello, los pasos esenciales que seguimos en Gabitep son los siguientes:

1. Relajación. Hay dos tipos:

- Total: se trabaja todo el cuerpo, intentando que la persona este lo más relajada posible.
 
- Parcial: cada parte del cuerpo se trabaja por separado, haciendo hincapié en la zona que afecta a la producción de su voz.

2. Ejercitación muscular del sistema bucofonatorio y musculatura asociada.
 
Trabajamos hombros, cuello y cara mediante ejercicios y masajes.

 


 

 
 
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    3. Respiración y soplo.

Es la parte del tratamiento más importante, ya que si la respiración no es la correcta, puede causar problemas en la voz. Se comienza a trabajar con el paciente tumbado, después se pasa a la posición de sentado y finalmente de pie.
           
La respiración que se intenta conseguir es costo-diafragmática, puesto que aumenta la capacidad pulmonar de la persona y además, es la que permite una mayor inspiración y espiración de aire
 
 

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4. Coordinación fono-respiratoria
 
Cuando la persona tiene controlada su respiración, introducimos durante la espiración ejercicios fonatorios, primero sin voz y luego con voz.
 
5. Impostación vocal
Se pretende que una vez que la persona sabe coordinar su voz con su respiración de una forma más automática, logre realizar emisiones en un tono e intensidad diferente a los propios sin lograr dañar la voz.

Es muy importante que la persona aprenda a escuchar su propia voz y de esta manera, usarla en un tono e intensidad adecuados.
 
También hay que señalar, que si la persona no controla su higiene vocal y los malos hábitos de su voz, el tratamiento será inefectivo, debido a que son una de las causas fundamentales de los problemas de la voz.
 


 
Imagen cedida por: quedeideas.blogspot.com
 
Carolina González Fretes
Logopeda

 

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