lunes, 16 de junio de 2014

MÁS DISTORSIONES

PERSONALIZACIÓN
Este error es muy común en personas con autoestima baja. cuando personalizamos nos colocamos como punto de referencia de todo lo que acontece a nuestro alrededor, situándonos, en general, en posición de culpabilidad o inferioridad. Un esposo se considera culpable de que su esposa esté de mal humor, un dependiente se considera culpable de que el cliente no haya comprado lo que le ofrece, considera que es mal dependiente. Estas personas estén creando vínculos subjetivos entre una situación externa y ellos mismos, atribuyéndose la responsabilidad de los resultados.

No todo lo que ocurre a nuestro alrededor depende o está relacionado con nosotros.
Con frecuencia tenemos tendencia a creernos -en sentido negativo- "el ombligo del mundo", pero no lo somos.
Nuestro esposo puede estar de mal humor por muchas razones, el cliente, de igual manera, puede no haber encontrado aquello que necesitaba. La mejor forma de librarnos de esta distorsión es comprobar si lo que estamos pensando es cierto. Descubrirás que en muchas ocasiones, tú no tienes nada que ver en el asunto.

 


MAGNIFICACIÓN Y MINIMIZACIÓN
Es una distorsión de la realidad según la cual cualquier acontecimiento o hecho negativo tiende a magnificarse, mientras que lo positivo se minimiza restándole importancia. Tendemos a utilizar este tipo de distorsión cuando valoramos nuestros propios comportamientos en relación con los demás. Si alguien nos dice que hemos hecho un buen trabajo, solemos infravalorar esta opinión otorgándole escasa credibilidad. Por el contrario, cualquier error o desliz lo vivimos como algo de consecuencias irreparables.

Una buena forma de combatir esta distorsión es intentar siempre en nuestros análisis buscar la parte positiva, situándola a continuación, o por lo menos al mismo nivel de importancia, que los aspectos negativos, en algunos casos incluso puede que real y cuantitativamente sea más importante. No existe ninguna razón objetiva para pensar que lo negativo sea cuantitativamente y cualitativamente superior a lo positivo. La vida es el producto de ambas cosas, que se mezclan en proporciones variables según diferentes circunstancias. Intenta otorgar a los aspectos negativos la importancia que realmente tengan, relativizando sus consecuencias y a la vez, dale mayor credibilidad y protagonismo a lo positivo porque también es real y tú estas relacionado con ello.
 


LECTURA DEL PENSAMIENTO
A veces nos gustaría saber lo que está pasando por la cabeza del otro, es decir, leer sus pensamientos. Las personas especialmente inseguras y sensibles  ante los juicios y opiniones de los demás, utilizan con demasiada frecuencia esta estrategia, actuando conforme lo que creen que el otro piensa o desea en ese momento. Leer el pensamiento o interpretarlo en función de nuestras propias expectativas o temores es una distorsión cognitiva que nos lleva en numerosas ocasiones a conclusiones erróneas. "Está pensando que soy un pesado, quiere que me vaya", "Se ha callado, no le ha gustado lo que he dicho". Realmente tal como están formuladas, no existe ninguna posibilidad de que estas presunciones sean sometidas a prueba, nacen de la propia inseguridad y temor. Sin embargo, nos lo creemos como si fueran irrefutables, sintiéndonos mal y actuando en consecuencia.

Adivinar lo que el otro está pensando es un juego peligroso que puede tener consecuencias negativas, fundamentalmente para nosotros mismos, pero también para los demás. Cuando ponemos nuestros pensamientos, temores e ideas negativas en la cabeza del otro, estamos intentando convencernos de que son reales. Si yo pienso que soy tonto, el otro necesariamente también lo piensa. Pero, ¿qué pruebas tenemos de que el otro está pensando lo que nosotros creemos? En algunos casos, un buen sistema para evitar la lectura del pensamiento es simplemente preguntar acerca del tema que nos preocupa, en otros será una cuestión de confianza: nos limitaremos a aceptar como prueba lo que la persona haga o diga, sin hacer inferencias e interpretaciones más allá de lo directamente observable. 

Imagen de www.panfletonegro.com

Ana Pérez Gómez
Psicóloga

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