Un diagnostico correcto es imprescindible para un tratamiento efectivo, una pronta intervención y abordaje adecuado de los diferentes problemas que pueden surgir a lo largo de su desarrollo.
La edad para acudir al profesional dependerá de las características de cada caso. A día de hoy la edad de detección mas generalizada es la etapa escolar (escuela primaria) ya que es en este momento, cuando aumenta el nivel de exigencia referente a la atención y autocontrol en clase, el horario es más estructurado y disminuye la supervisión individualizada sobre el niño o niña.
El diagnostico de este trastorno debe ser realizado por un equipo multidisciplinar y ha de basarse en una valoración minuciosa que nos ayude a excluir otras posibles causas de las dificultades del niño o niña. Esta evaluación debe incluir: información proporcionada por la familia, por sus profesores y una evaluación por parte de profesionales sanitarios de las diferentes áreas (psiquiatras infantiles, psicólogos infantiles, pediatras, neuropsiquiatras y neuropsicólogos)
La evaluación de este trastorno debe realizarse desde una perspectiva multiprofesional que aborde una evaluación:
-psicológica
-educativa (pedagógica)
-médica
Según los protocolos establecidos en la actualidad la evaluación del Trastorno por Déficit de atención con o sin Hiperactividad debe incluir:
-Un examen médico completo para evaluar la salud general del niño; este, nos permitirá descartar problemas auditivos, visuales, anemias…etc.
-Una evaluación psicopedagógica que valore: su condición emocional, su capacidad intelectual y su desarrollo cognitivo.
-Una evaluación académica que incluya su historia académica en el centro educativo correspondiente.
Una vez recabada toda esta información se realizara un diagnóstico basado en los criterios que aparecen en el DSM –IV que son los criterios establecidos por la Academia Americana de Psiquiatría o los criterios establecidos en el CIE-10 reconocidos y establecidos por la OMS.
El análisis de ambos sistemas de clasificación permitirá establecer la necesidad de un tratamiento. Este será necesario siempre y cuando los niños o niñas evaluados presenten seis o más de los síntomas que aparecen, al menos durante 6 meses y con una intensidad superior a la que se da en niños de su misma edad.
Estos síntomas reflejan conductas relacionadas con la desatención, la impulsividad y la hiperactividad.
Todos estos criterios junto con la información de los padres y del Centro Escolar darán al profesional de salud mental las herramientas para establecer el diagnostico y así comenzar con la intervención y el tratamiento consistente en:
-Entrenamiento a los padres
-Intervención escolar
-Tratamiento a niño
-Intervención Farmacológica.
Marina Chocarro Turumbay
Pedagoga Terapeuta
Especialista en rehabilitacion de alteraciones del lenguaje
Colegiada 2281