jueves, 26 de junio de 2014

FILTRO MENTAL Y RECHAZO DE LO POSITIVO

 Más distorsiones:

FILTRO MENTAL
Cuando ponemos en marcha este tipo de distorsión nos situamos frente a la realidad de una forma sesgada, reduciendo nuestro campo de visión de tal forma que de todo lo que acontece a nuestro a nuestro alrededor sólo registramos lo negativo, rechazando o ignorando lo positivo. Esta distorsión erosiona sistemáticamente nuestra autoestima. Cada vez que destacamos aspectos negativos de nuestras interacciones sociales sin tener en cuenta habilidades o actuaciones positivas, confirmamos nuestra inseguridad, reforzamos temores infundados, y generamos expectativas negativas con respecto al futuro.
Cuando filtramos la realidad, destacando solo los aspectos negativos, estamos concentrandonos en sentirnos mal.
 
Existen muchas cosas que nos preocupan, la vida cotidiana está llena de problemas que resolver, situaciones  a las que enfrentarnos y batallas que nos gustaría ganar. Intenta centrar tu atención en resolver el problema más que en el problema en sí. Detecta lo que te preocupa e intenta ver los aspectos positivos que anteriormente no habías considerado.
Por ejemplo, si te preocupa tu imagen física piensa en las partes de tu cuerpo que te parecen atractivas.

 
 
 
RECHAZO DE LO POSITIVO
Este error lo cometen con frecuencia las personas con baja autoestima. Supone un rechazo sistemático de cualquier aspecto o situación positiva relacionada con la persona. Un comentario elogioso, felicitación o reconocimiento social, es interpretado como algo que realmente no merece, una exageración, o incluso una mentira piadosa. 
A Eva le hacen un regalo y piensa que le están haciendo la pelota para que haga mejor su trabajo. Juan piensa que le han dicho inteligente para tomarle el pelo.
Estas personas piensan que poseen poco o nada destacable o digno de elogio, se rechazan a sí mismas, y por lo tanto, también rechazan cualquier intento de los demás por valorarlas o reconocer sus cualidades. Una frase típica de estás personas: "no tiene ningún merito es mi obligación".
 
Rechazar por sistema cualquier intento de los otros, o incluso de uno mismo, para destacar, tener en cuenta, o elogiar aspectos positivos de nuestra personalidad, supone a la vez un atentado a nuestra autoestima, ademas de la negación de valoraciones que pueden ser justas y realistas. Si acepto mi capacidad para equivocarme y cometer errores, ¿por qué no aceptar mi capacidad para hacer las cosas bien?
Piensa en tus habilidades y destrezas e intenta ver cómo se traducen en tu vida diaria.


El segundo paso para lograr un pensamiento sano es ordenar las submetas de las más fáciles a más difíciles.
 
La mayoría de las veces no somos nosotros los que elegimos las situaciones, sino que éstas se van sucediendo a lo largo de los días. Afrontar submetas significa que te planificas y trabajas la meta correspondiente y sólo puedes esperar resultados de ésa que has preparado. Mientras tanto, con las más difíciles, con que no te culpabilices ya has hecho bastante.


Imagen de www.veendammer.es

Ana Pérez Gómez
Psicóloga

lunes, 23 de junio de 2014

OTROS ERRORES QUE PUEDEN HACERME INFELIZ

FALACIA DE LA RECOMPENSA DIVINA
Esta distorsión se constituye a veces en el motor o motivación de muchos comportamientos. La abnegación, el sacrificio, la entrega de mucha gente, es vivida por ésta como un acto de fe que tendrá su recompensa quizá en este mundo, quizá en otro. Impulsa a la persona a actuar de "forma correcta", tal como se espera que lo haga según el rol que le han adjudicado, desatendiendo si es preciso sus propias necesidades y anteponiendo los intereses ajenos. La justificación última de este comportamiento, sin duda distorsionado, es la recompensa que algún día espera obtener.
Cuando la persona sufre, paga por errores que no ha cometido, o está sometida a presiones que superan sus límites, aguantando estoicamente, justifica la aceptación y el sufrimiento en pro de una causa última de origen divino que algún día reconocerá sus esfuerzos y penalidades retribuyéndolos tal y cómo se merece.

Este tipo de distorsión lleva a muchas personas a aceptar situaciones de sufrimiento e infelicidad como algo transitorio que tendrá una recompensa al final. El problema es que hacer cosas que realmente no queremos, renunciar a nuestras necesidades, olvidarnos de nosotros mismos, tiene un coste altamente negativo, y no precisamente en un futuro remoto, sino en el presente. No existe mayor recompensa que la felicidad que se obtiene de atender nuestras propias necesidades y de escuchar nuestros propios deseos, aquí y ahora, y ésa es la que debemos intentar conseguir.


CATASTROFISMO
En nuestra vida cotidiana ocurren hechos objetivamente negativos. Miguel llega contento a trabajar y encuentra una carta de despido encima de la mesa, Carmen decide ir de compras y se da un golpe con el coche.  Estas situaciones merecen nuestra atención y requierén ademas una solución.
Algunas personas hacen mucho más que eso, ponen en marcha una cascada de pensamientos catastróficos que ván más allá del propio acontecimiento, convirtiéndolo en un desastre de proporciones incontrolables. Miguel piensa "me ha destrozado la vida" "jamás encontrare otro trabajo", Carmen piensa "no valgo para nada" "tendré que dejar de conducir, no sé."
Este tipo de pensamientos catastrofistas sumergen a la persona en un estado de ánimo ansioso que le impide realmente tomar decisiones adecuadas.

Ocurren pocas cosas a lo largo de nuestra vida que puedan considerarse realmente catastróficas. Los hechos cotidianos no suelen justificar, salvo excepciones, reacciones cognitivas y emocionales tan intensas. Ante una situación negativa, párate e intenta hacer un análisis racional y objetivo. Analiza el alcance de lo ocurrido sin generalizar, busca soluciones que ayuden a mejorar o cambiar el hecho negativo, y ten en cuenta los porcentajes y las probabilidades para valorar sensatamente las consecuencias de lo que te preocupa.



PARA LLEVAR A LA PRACTICA UN PROGRAMA DE APRENDIZAJE CORRECTO ES IMPORTANTE SEGUIR UNOS PASOS.
El primero de ellos es dividir tu meta en varias submetas. Éstas pueden ser las siguientes: 
- Ser capaz de no criticarme.
- Ser capaz de interpretar correctamente las cosas
- Definir situaciones cotidianas en las que ves que tu ejecución es deficitaria.


Ana Pérez Gómez
Psicóloga

miércoles, 18 de junio de 2014

MÁS PENSAMIENTOS

Antes de seguir con los errores una reflexión:
 
¿ES POSIBLE CAMBIAR?
 
"Nuestro espíritu puede ser tanto nuestro mejor amigo como nuestro peor enemigo. Liberarlo de la confusión, del egocentrismo y de las emociones perturbadoras es, pues, el mejor servicio que podemos rendirnos tanto a nosotros mismos como a nuestro prójimo"
 Matthieu Ricard.  
"La malevolencia, la codicia, los celos y otros venenos mentales forman parte de nuestra naturaleza, pero hay diferentes maneras de formar parte de algo. El agua, por ejemplo, puede contener cianuro y matarnos en el acto, pero mezclada con un remedio contribuye a curarnos. Sin embargo, su fórmula química no cambia nunca. En sí misma no es tóxica ni medicinal. Los diferentes estados del agua son temporales y anecdóticos, como nuestras emociones, nuestros humores y nuestros rasgos de carácter."
 
Si transformamos el modo de percibir las cosas, estamos transformando la calidad de nuestra vida. Y este cambio es el resultado de un entrenamiento. Por qué no dedicar unos minutos diarios a pensar en nuestro errores y corregirlos?
 
OTROS PENSAMIENTOS QUE PERTURBAN NUESTRO ESTADO DE ANIMO
 
RACIONAMIENTO EMOCIONAL.
Partiendo de una emoción o sentimiento negativo acerca de uno mismo, se extraen  conclusiones igualmente negativas acerca de la propia experiencia vital. Ejemplo: si me siento culpable deduzco que algo de lo que he hecho esta mal, aunque no sepa lo que es. Si me siento fracasado/a busco en mi experiencia personal elementos que confirmen esa sensación, hasta concluir que soy un fracasado/a. En definitiva las emociones negativas se viven como algo independiente que hay que justificar en nuestra propia existencia, apelando a hechos o personas que confirmen o "racionalicen" nuestro malestar.
 
Como ya tenemos claro, las emociones son reacciones o consecuencias de nuestros pensamientos. No existen independientemente de éstos; por lo tanto, si nuestra forma de pensar esta distorsionada, nuestros pensamientos carecerán de validez para explicar como somos o lo que esta ocurriendo realmente a nuestro alrededor. Sentirse mal no permite concluir que se haya hecho algo malo. Puede simplemente que se trate de un sentimiento distorsionado basado en una idea poco realista. 


TENER RAZÓN
 Algunas personas sienten la necesidad de justificar, argumentar y comparar sus opiniones y comportamientos en una búsqueda incesante de la propia razón. Las opiniones o experiencias contrarias o diferentes sólo son un punto de partida para afianzar las suyas propias, que intentan situar siempre en un nivel superior, de mayor importancia o credibilidad. Las personas que quieren tener siempre razón pierden la capacidad para empatizar, ponerse en lugar del otro, escuchando sus opiniones y respetando sus puntos de vista. Se niegan a sí mismas la posibilidad de aprender, nadie puede enseñarles nada. El objetivo prioritario de sus interacciones sociales es de mostrar que tienen razón.

La clave para combatir eficazmente esta distorsión es la de practicar la escucha activa. Uno de los principales errores que cometen las personas que quieren llevar siempre razón, es que no escuchan a los demás, ya que les podría llevar a la conclusión de que están equivocados. Por lo que es interesante "obligarnos" a entender lo que el otro está comunicando, realizando preguntas acerca de lo que nos está contando y comentarios que demuestren nuestra atención. Puede que las creencias del otro no coincidan con las nuestras, pero si las escuchamos, podemos descubrir entre otras cosas que no existe una única interpretación, y esto nos permitirá aprender a ampliar las nuestras.


Imagen de www.psicologiayterapiaonline.com

Ana Pérez Gómez
Psicóloga


lunes, 16 de junio de 2014

MÁS DISTORSIONES

PERSONALIZACIÓN
Este error es muy común en personas con autoestima baja. cuando personalizamos nos colocamos como punto de referencia de todo lo que acontece a nuestro alrededor, situándonos, en general, en posición de culpabilidad o inferioridad. Un esposo se considera culpable de que su esposa esté de mal humor, un dependiente se considera culpable de que el cliente no haya comprado lo que le ofrece, considera que es mal dependiente. Estas personas estén creando vínculos subjetivos entre una situación externa y ellos mismos, atribuyéndose la responsabilidad de los resultados.

No todo lo que ocurre a nuestro alrededor depende o está relacionado con nosotros.
Con frecuencia tenemos tendencia a creernos -en sentido negativo- "el ombligo del mundo", pero no lo somos.
Nuestro esposo puede estar de mal humor por muchas razones, el cliente, de igual manera, puede no haber encontrado aquello que necesitaba. La mejor forma de librarnos de esta distorsión es comprobar si lo que estamos pensando es cierto. Descubrirás que en muchas ocasiones, tú no tienes nada que ver en el asunto.

 


MAGNIFICACIÓN Y MINIMIZACIÓN
Es una distorsión de la realidad según la cual cualquier acontecimiento o hecho negativo tiende a magnificarse, mientras que lo positivo se minimiza restándole importancia. Tendemos a utilizar este tipo de distorsión cuando valoramos nuestros propios comportamientos en relación con los demás. Si alguien nos dice que hemos hecho un buen trabajo, solemos infravalorar esta opinión otorgándole escasa credibilidad. Por el contrario, cualquier error o desliz lo vivimos como algo de consecuencias irreparables.

Una buena forma de combatir esta distorsión es intentar siempre en nuestros análisis buscar la parte positiva, situándola a continuación, o por lo menos al mismo nivel de importancia, que los aspectos negativos, en algunos casos incluso puede que real y cuantitativamente sea más importante. No existe ninguna razón objetiva para pensar que lo negativo sea cuantitativamente y cualitativamente superior a lo positivo. La vida es el producto de ambas cosas, que se mezclan en proporciones variables según diferentes circunstancias. Intenta otorgar a los aspectos negativos la importancia que realmente tengan, relativizando sus consecuencias y a la vez, dale mayor credibilidad y protagonismo a lo positivo porque también es real y tú estas relacionado con ello.
 


LECTURA DEL PENSAMIENTO
A veces nos gustaría saber lo que está pasando por la cabeza del otro, es decir, leer sus pensamientos. Las personas especialmente inseguras y sensibles  ante los juicios y opiniones de los demás, utilizan con demasiada frecuencia esta estrategia, actuando conforme lo que creen que el otro piensa o desea en ese momento. Leer el pensamiento o interpretarlo en función de nuestras propias expectativas o temores es una distorsión cognitiva que nos lleva en numerosas ocasiones a conclusiones erróneas. "Está pensando que soy un pesado, quiere que me vaya", "Se ha callado, no le ha gustado lo que he dicho". Realmente tal como están formuladas, no existe ninguna posibilidad de que estas presunciones sean sometidas a prueba, nacen de la propia inseguridad y temor. Sin embargo, nos lo creemos como si fueran irrefutables, sintiéndonos mal y actuando en consecuencia.

Adivinar lo que el otro está pensando es un juego peligroso que puede tener consecuencias negativas, fundamentalmente para nosotros mismos, pero también para los demás. Cuando ponemos nuestros pensamientos, temores e ideas negativas en la cabeza del otro, estamos intentando convencernos de que son reales. Si yo pienso que soy tonto, el otro necesariamente también lo piensa. Pero, ¿qué pruebas tenemos de que el otro está pensando lo que nosotros creemos? En algunos casos, un buen sistema para evitar la lectura del pensamiento es simplemente preguntar acerca del tema que nos preocupa, en otros será una cuestión de confianza: nos limitaremos a aceptar como prueba lo que la persona haga o diga, sin hacer inferencias e interpretaciones más allá de lo directamente observable. 

Imagen de www.panfletonegro.com

Ana Pérez Gómez
Psicóloga

jueves, 12 de junio de 2014

PENSAMIENTOS DISTORSIONADOS

Como hemos visto el nombre de distorsión cognitiva hace referencia a un tipo de pensamientos que nos conducen a una interpretación deformada de la realidad, llevándonos a conclusiones arbitrarias, subjetivas e irracionales que en muchos casos poco o nada tienen que ver con lo que está ocurriendo. Las distorsiones cognitivas son automáticas y obedecen a un tipo de lógica que en la mayoría de casos se sustenta en premisas erróneas y cuestionables. 

Detectar e identificar las distorsiones que cometemos es un paso necesario pero insuficiente, si queremos cambiar realmente nuestros pensamientos negativos. Necesitamos rebatir, cuestionar, poner a prueba y en definitiva, desmontar de una forma racional y realista todos aquellos automatismos cognitivos que nos hacen comportarnos y sentirnos mal.

 VAMOS A VER TIPOS DE PENSAMIENTO DISTORSIONADO

 POLARIZACIÓN
La caractéristica de este tipo de distorsión consiste en dividir la realidad en dos polos o extremos sin admitir posibilidades intermedias. Las personas son buenas o malas, están conmigo o contra mí. Este tipo de distorsión conlleva un alto grado de rigidez mental, de tal forma que la persona es incapaz de ver toda una gama de posibilidades intermedias, sin duda la mayoria de las ocasiones, más ajustada a la realidad. La persona que utiliza frecuentemente esta distorsión, tiende a pasar de la euforia al desanimo con suma facilidad en función de que se considera a sí misma maravillosa o fracasada, brillante o inutil, perfecta o desastrosa. Y lo mismo ocurre cuando enjuicia o valora a los demas. 

La clave para desmostar esta tendencia a emitir juicios extremos es buscar ejemplos de personas, situaciones, sentimientos etc, que no se ajusten realmente a ninguno de los polos que habitualmente se utilizan. Hay muchas situaciones que no son buenas ni malas, sino simplemente anodinas. Conocemos mucha gente que no podemos calificar de brillante o de tonta, simplemente son normales. La vida es una línea continua y nosotros nos movemos a lo largo de ella avanzando y retrocediendo. Raramente llegamos a tocar los extremos, quizá porque en realidad no existen.Cuando pienses "soy desgraciado/a " haz un esfuerzo por recordar los momentos felices, comprenderás entonces que estás equivocado/a en tu planteamiento. Quizá deberías decirte simplemente "algunas veces soy feliz y otras no", es decir, "soy una persona normal". 


GENERALIZACIÓN EXCESIVA
A partir de un simple hecho o acontecimiento aislado se concluye que siempre va a ocurrir de la misma manera, es decir, generalizo a otros hechos o acontecimientos más o menos similares pero distantes en el tiempo. Si un día tienes un mal día con el coche piensas que no seras nunca buena conductora. Se interpreta en términos nunca, siempre, nadie, todos, etc. La generalización excesiva impide abordar una situación de forma racional, puesto que se anticipa sistemáticamente que ocurrirá de la misma manera haga lo que haga.

Vamos a rebatir racionalmente esta distorsión. Haz un esfuerzo e intenta ser objetivo. ¿Realmente hoy ha salido todo mal?. Es imposible.
Prueba a sustituir términos absolutos como "nunca", "siempre", "todo", "nada", "nadie", etc, que inducen a error, por otras más realistas que hagan referencia solamente a lo que está ocurriendo en ese momento.
Intenta cuantificar los hechos que te preocupan, quizá descubras que el porcentaje es mucho menor al que creías. Cuando pienses "siempre me confundo", párate a pensar cuantas veces lo has hecho durante la semana y no podrás seguir afirmando que siempre, quizá sea más realista aceptar que a veces te confundes, lo que probablemente te provoque una menor inquietud.


ETIQUETACIÓN
Es en realidad una variante de la generalización excesiva. Consiste en considerar un error puntual, cometido por los demás o por mí, como una característica permanente, es decir, como una etiqueta. Esta distorsión las emplean frecuentemente los adultos para describir comportamientos infantiles, a los que otorgan mediante la etiqueta un valor permanente. Los niños son vagos, llorones, nerviosos...., calificativos que les acompañan a lo largo de sus vidas.
La etiquetación supone, como la generalización, un obstáculo al cambio. Alguien que se dice a sí mismo "soy un aburrido/a", en vez de "hoy no he estado demasiado ocurrente", esta convirtiendo un comportamiento puntual en una característica personal de valor permanente.

Una etiqueta siempre es falsa y además inmovilista porque reduce al mínimo la capacidad de cambio, es hacer una valoración global en base a un comportamiento aislado y, a veces, ni siquiera frecuente. 
La etiqueta puede convertirse, a veces, en una especie de licencia para convertirme en lo que realmente no soy.
Cambiar esta distorsión implica, como en el caso de la generalización excesiva, intentar ser específico y concreto a la hora de valorar nuestros comportamientos  y los ajenos. Dejarse el coche abierto significa exactamente eso, no debería permitirnos, llegar a ningún otro tipo de conclusiones.



Imagen de www.viva40mas.com


Ana Pérez Gómez
Psicóloga


lunes, 9 de junio de 2014

LOS SENTIMIENTOS NO SON HECHOS

Hemos visto que la depresión es consecuencia de pensamientos distorsionados, errores cognitivos, Pero si mis pensamientos están tan distorsionados ¿por qué me engaño continuamente? si lo que me digo a mí mismo es tan irracional ¿por qué parece tan lógico?.
Los pensamientos distorsionados crean una poderosa ilusión de realidad, son automáticos y las emociones que provocan se sienten con la misma validez y realidad que los sentimientos genuinos creados por los pensamientos sin distorsiones, de modo que automáticamente les atribuimos veracidad. Por eso la depresión es una forma tan poderosa de magia negra mental.
Una vez que hemos provocado la depresión mediante una serie "automática" de pensamientos distorsionados, nuestros sentimientos y acciones se van reforzando mutuamente en un circulo que se perpetuara a sí mismo. Nos creemos lo que nuestro cerebro nos dice, experimentamos sentimientos negativos  acerca de casi todo. Esta reacción se produce en milésimas de segundo, demasiado rápido para que podamos darnos cuenta. El ciclo continua perpetuándose indefinidamente y con el tiempo nos encontramos atrapados. Es un engaño que nosotros mismos hemos creado sin darnos cuenta, pero parece real porque nos sentimos como si fuese real.
Los pensamientos crean nuestras emociones por lo que nuestras emociones no pueden probar que nuestros pensamientos son exactos. Los sentimientos negativos solo indican que estamos pensando algo negativo y creyéndolo. Nuestras emociones siguen a nuestros pensamientos como los patitos siguen a su madre pata, pero el hecho de que los patitos sigan fielmente a su madre no prueba que la madre sepa dónde esta yendo.
 Debemos aprender a evitar sentimientos dolorosos basados en distorsiones mentales, porque no son validos ni deseables. Si aprendemos a ver la vida con más realismo experimentaremos una vida emocional mejor con una mayor apreciación de la verdadera tristeza -que carece de distorsiones-, así como también de la alegría.
Veamos como podemos modificar los modelos del pensamiento ilógico.

Ana Pérez Gómez
Psicóloga

viernes, 6 de junio de 2014

LOS PENSAMIENTOS

LO QUE PENSAMOS DETERMINA LO QUE SENTIMOS
 
¿Tu estado de ánimo decae? 
¿Tu autoimagen se desmorona?
¿Tu cuerpo no funciona bien?
¿Tu voluntad se paraliza?
¿Tus acciones te conducen al fracaso?

 
Este es el motivo por el que te sientes hundido en una maraña de ideas negras. Cada sentimiento doloroso que experimentas es el resultado de un pensamiento distorsionado. Las actitudes pesimistas ilógicas son las que desempeñan la función principal en la aparición y el mantenimiento de todos tus síntomas.
 
En cualquier episodio depresivo y en toda emoción dolorosa siempre se halla presente un pensamiento negativo intenso. Es probable que tus melancólicos pensamientos sean completamente diferentes de los que sientes cuando no estás abatido.
 
Los pensamientos negativos que invaden la mente son la verdadera causa de las emociones contraproducentes. Tus pensamientos o cogniciones negativos son los síntomas de la depresión que con mayor frecuencia se olvidan. Estas cogniciones contienen la clave para alcanzar la curación y son, por consiguiente, los síntomas más importantes.
 
Cada vez que te sientas deprimido con respecto a algo, trata de identificar el correspondiente pensamiento negativo que hayas experimentado justo antes de la depresión y durante la misma.
Puesto que estos pensamientos son los que han creado realmente tu actual estado de ánimo, podrás modificar este último aprendiendo a reestructurarlo.
 
Probablemente seas escéptico con respecto a esto por el hecho de que tu modo de pensar haya llegado a integrarse tanto en tu vida que se haya convertido en automático. Por esta razón se les llama "pensamientos automáticos". Pasan por nuestra mente automáticamente sin que hagamos ningún esfuerzo por colocarlos allí. Son tan evidentes y naturales como beber agua..
 
Es un hecho neurológico evidente que antes de poder experimentar cualquier acontecimiento debe procesarlo la mente y darle un significado. Debemos comprender qué nos está sucediendo antes de poder sentirlo.
 
Si la comprensión de lo que nos está sucediendo es exacta, nuestras emociones serán normales. Si nuestra percepción está enmarañada y distorsionada de algún modo, nuestra respuesta emocional será anormal. La depresión corresponde a esta categoría . Es el resultado de "interferencias" mentales: distorsiones

Imagen de: http://gerant05.wordpress.com

Ana Pérez Gómez
Psicóloga

miércoles, 4 de junio de 2014

SOBRE LA FELICIDAD

Con frecuencia pensamos que son los acontecimientos externos lo que nos hacen desgraciados, pero no es cierto, es la interpretación que hacemos de ellos. Si bien es importante admitir el sufrimiento y las dificultades propias de la vida para lograr el bienestar.

La persona deprimida piensa de manera idiosincrásica y negativa sobre si misma, su ambiente y su futuro. Esta tendencia mental pesimista afecta a su estado de ánimo, su motivación y sus relaciones con los demás y culmina en el cuadro de síntomas físicos y psicológicos típicos de la depresión.

Pero podemos aprender a controlar las dolorosas oscilaciones de los estados de ánimo y la conducta contraproducente aplicando algunos principios y técnicas relativamente sencillas.

A todos nos viene bien "una puesta a punto", no es necesario estar gravemente deprimido. Podemos aprender a identificar los motivos por los que nos encontramos mal y a crear estrategias eficaces para superar los problemas.

Si estamos dispuestos a invertir un poco de tiempo en nosotros mismos, podemos aprender a pensar bien y eso significa, sentirse bien, del mismo modo que un atleta que participa en un programa de entrenamiento diario puede desarrollar mayor resistencia y fuerza.

Si aprendemos a dominar nuestros estados de ánimo, aprenderemos que la maduración personal puede ser una experiencia maravillosa.

Vamos a ver algunas técnicas desde la Terapia Cognitiva de Beck.
La palabra cognitiva, se refiere al modo de pensar y sentir que tiene una persona en un determinado momento.
La tesis de Beck es ésta:
1. Cuando usted está deprimido o ansioso, está pensando de un modo ilógico, negativo y sin darse cuenta actúa de una manera contraproducente.
2. Con un poco de esfuerzo usted puede adiestrarse a sí mismo para enderezar sus erróneos esquemas mentales.
3. Cuando desaparezcan sus síntomas más dolorosos volverá a ser productivo y feliz y se respetará a sí mismo.
4. Estos objetivos pueden lograrse.

Imagen de bienestar.salud180.com

Ana Pérez Gómez.
Psicóloga.

lunes, 2 de junio de 2014

INTRODUCCIÓN JUNIO

Vamos a dedicar este mes a hablar de la FELICIDAD.
Es ese estado en el que nos gustaría estar a todos de forma permanente día a día.
Sobre este tema daremos más entradas que los demás y os iremos contando cómo lograr conseguirla.

Es un tema psicológico muy relacionado con la ansiedad y depresión y el fin del tratamiento para éstas y otras patologías.