En
Gabitep, cuando tenemos la primera entrevista con una familia, cuyo motivo de
consulta es la dificultad en la producción de algún o algunos fonemas;
realizamos una recogida de datos relativos al niño en cuestión, ya que éstos
pueden darnos pistas sobre la causa de la dislalia.
Posteriormente realizamos:
-
Un
registro fonológico para saber cómo es la producción de los fonemas en el habla
espontáneo, inducido y repetido. Y así averiguar qué fonemas no se presentan
correctamente y cuáles son sus errores.
-
Búsqueda
de la causa de la dislalia. Para lo cuál, estudiamos las siguientes bases
anatómicofuncionales:
o Exploración de
los órganos bucofonoarticulatorios: para descartar alguna anomalía orgánica.
o Estudio de la
funcionalidad de los órganos bucofonoarticulatorios: observando su movilidad y
viendo si existe algún tipo de inmadurez.
o Valoración de la
discriminación auditiva: para ver si la dislalia es fonética o fonológica.
Además con estas pruebas, descartamos la existencia de pérdida auditiva.
o En caso de
inmadurez, realizamos una evaluación completa del lenguaje comprensivo y
expresivo, para descartar un retraso simple u otros trastornos mayores. Ver que
la dislalia no es consecuencia de un trastorno lingüístico mayor.
Observación de la respiración: viendo como es su inspiración, espiración y soplo. Descartar la falta de fuerza que la producción de los fonemas.
Observación de la respiración: viendo como es su inspiración, espiración y soplo. Descartar la falta de fuerza que la producción de los fonemas.
Para llevar a cabo esta evaluación
utilizamos pruebas estandarizadas específicas, subpruebas de pruebas
estandarizadas, pruebas no estandarizadas y muestras del lenguaje espontáneo.
Algunas pruebas:
Registro Fonológico Inducido (RFI)
Prueba ELCE (Tiene un apartado en la expresión que valora la articulación)
Prueba PLON (Tiene un apartado de fonología para evaluar dificultades articulatorias)
Obtenidos estos datos lo primero que debemos estudiar es si los fonemas alterados deberían estar adquiridos ya o no. Si es así, buscar la causa, para proceder a realizar un tratamiento lo más óptimo posible.
Siempre debemos tener en cuenta, que a
los 6 años el niño debe pronunciar correctamente todos los fonemas.
Imagen de: http://ladislalia.blogspot.com.es/
Ana Marco del Rosal
Logopeda, Psicomotricista
Expta. en Atención Temprana
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